domingo, 28 de noviembre de 2010

Uno cortito

Sueño

Tiene doce años, pesa ochenta quilos, se llama Esteban, le gusta el helado, las pasas de uva y los caramelos que se derriten rápido. Cuando sea grande quiere ser investigador privado, quiere tener cuatro autos, una casa de vacaciones en “Palm Beach” una esposa rubia de ojos celestes y tres hijos varones. Sabe que va a tener dos perros Dogo argentino y que a la tarde no va a poder jugar al fútbol con sus hijos, se lo va a haber prohibido el médico porque si se agita le da un paro cardíaco por culpa de los nervios que va a sacar en el trabajo.

jueves, 18 de noviembre de 2010

El ser humano y la carrera evolutiva.

Siempre nos ha gustado decir (y sobre todo sentir) que somos la especie que domina el planeta. Esto es cierto a medias.

  
Los dos caminos


Entiendo dos caminos evolutivos, el de adaptación interna y el de adaptación externa.
Un ejemplo exitoso de adaptación interna son las cucarachas, un insecto con una alta tasa de reproducción que le permite mutar en poco tiempo y así adaptarse a las condiciones de su entorno, hecho que le ha permitido poblar casi todas las regiones del globo.
El más exitoso ejemplo de adaptación externa somos nosotros mismos. Todo lo que nos hace humanos apunta  a modificar nuestro entorno, desde nuestro pulgar opuesto hasta nuestro cerebro que procesa y analiza el por qué de todo.


Dominantes


No es casual que digamos (y nos guste decirlo) que somos la especie dominante, justamente es la base de nuestro éxito como especie, el dominar. Dependemos totalmente de nuestra capacidad de modificación del entorno, somos débiles físicamente y aunque somos una especie de clima templado, vivimos en zonas muy calurosas y en zonas muy frías sin que cambie sustancialmente nuestra fisonomía. Lo hacemos porque hemos aprendido genéticamente que nos es más fácil modificar el entorno que modificarnos a nosotros mismos.
Así como evoluciona un parásito en función de sus huéspedes, de la misma manera que un animal polar desarrolla más grasa, de la misma manera que el elefante de clima muy caluroso desarrolla orejas enormes para enfriar su cuerpo y tiene orejas más grandes que el de climas más templados, el hombre piensa y se proyecta para anticipar esas necesidades y cambios. Nuestra obsesión con el planeta explotando y nosotros necesitando otro lugar para irnos, por ejemplo, es una muestra clara de la necesidad de asegurar nuestra supervivencia, más allá de lo que pueda suceder en nuestro entorno.

Primero nos adaptamos al clima y desde ahí avanzamos hasta las naves espaciales.

La lógica es sencilla:

Cuál es el problema?
De qué cosas dispongo?
Y en base a eso buscar la solución.

Cuál es el problema?
Hace frío.
Ese animal no tiene frío porque tiene más pelo que yo, el pelo es calentito. Si yo tuviera ese pelo no tendría frío, se lo quito y me lo pongo encima.
El límite es nuestro conocimiento sobre nuestro entorno y nuestra relación para poder crear lo necesario. Política? Religión? Ciencia? todas responden a alguna de esas dos necesidades (interacción y conocimiento), ambas bases fundamentales de nuestra presencia en este planeta.

miramos al rededor y vemos un mundo construido por nosotros, de ahí que olvidemos que en realidad dependemos de eso que hemos construido. Nuestra propia evolución es de las más complicadas y frágiles por un lado y sólidas por otro. Nuestros cuerpos son más frágiles de lo que asumimos, no nos pueden ni cortar una pierna que dejamos de funcionar. Dependemos de nuestra comunicación y organización para modificar el entorno y solventar nuestras necesidades básicas.

Si nos empeñamos en encontrar una diferencia que nos haga especiales, creo que es la capacidad de no depender cien por ciento del entorno, pero eso acarrea otras debilidades. Como la necesidad de ser muchos para poder modificarlo en nuestro beneficio. Eso aumenta la competencia dentro de la misma especie, lo que, a su vez, se encarga de mantener nuestra población controlada, evitando que seamos más de los que necesitamos ser.

Claro que esto es tan sólo una apreciación mía y puede que sea un simple misántropo que se enrosca en escribir.-

lunes, 25 de octubre de 2010

Actually Zombies!!




En este puntito que cariñosamente llamamos Mendoza se organizó una ZombieWalk.

Qué Onda?

Para mí la imagen del zombie es algo muy fuerte y con muchas posibles forma de analizarla. Siempre pensé en ello como un reflejo de la masa avanzando desesperada y sin sentido hacia algo, comiendole la cabeza al resto, a los pocos que se mantienen.
Una zombiewalk para mí representa la posibilidad de decir eso, de poder expresar esa sensación y mostrarles en la cara en lo que se han convertido.
Zombie es una persona que sigue las normas porque son normas, que hace caso porque le dicen, que compra lo que le promocionan y que piensa como la mayoría, porque sí.
Es el paralelo entre un ser que se mantiene sólo dios sabe como y que se alimenta del cerebro de los que lo rodean y el mundo que te absorve y te llena de normas y modas y credos hasta que sos uno de ellos y no vos mismo.

Los zombies para mí no son los buenos, son los responsables.

Desde ahí considero como casi fundamental la prescencia de íconos politicos y sociales de instituciones que zombifican al resto. Una zombiewalk es el vómito de una sociedad exasperante, es la sensación de reconocer a tu alimento en tus heces.

Creo que esa es la diferencia entre algo simpático o flashero y un simbolismo completo.

Eso es de alguna forma lo que esperaba ver acá (pese a la excusa que me dieron después: "esto es Mendoza, viejo"), sobre todo porque la imagen estandarte de la marcha (esta es la que usaron de base) era la de un puño cerrado al estilo Panteras Negras.

Acá

Me encontré con mucha gente de disttintos círculos con distintos intereses, pero todos ahí, algunos maquillados, otros no, pero acompañando. Es que la verdad era algo nuevo, distinto de las cosas que en general estamos acostumbrados a ver.

Teñida de la puntualidad mendocina, arrancó casi una hora más tarde. Mucha gente, la verdad más de la que todos esperábamos.
Largó con un discurso de apertura donde se aclaraban las normas, se daban los créditos pertinentes y se arengaba a la gente.

Me llamaron la atención un par de cosas.

Primero la forma en que cantaban y gritaban, al mejor estilo movilización peronista o de cualquier agrupación universitaria, sólo que no había ninguna ideología en el medio, de nadie. De parte de la organización no hubo ninguna bajada de línea de nada y, por las normas restrictivas en cuanto al disfraz, en los zombies ninguna crítica a nadie. Si esa marcha era una persona y su motivo el cerebro de esa persona, entonces esa persona era realmente un zombie descerebrado.

LA premisa fue hacerla sin molestar a nadie y en la bolsa de molestar también entró criticar y manifestarse en forma individual.

No soy amigo del lucro en general, pero menos en cosas de este tipo. No me emocionó demasiado enterarme de que desde las cuatro de la tarde iban a estar maquillando y cobrando "un arancel" por ello (indefinido al menos en facebook, no pregunté allá). No me parecería mal que quien maquilla utilice esa marcha para hacer publicidad, pero en devolución debería maquillar gratis, si en definitiva soy una pancarta andante de tu trabajo, porque ya aclararon que fue tu trabajo, y de una forma bastante ambigua "...por eso hay zombies tan cuidados..." o sea: -si te gustan, es porque los hice yo-.

Ví más niños de los que esperaba, una simpática hilera de nenas de unos diez años acompañaba a la histriónica primera línea de zombies que avanzaban hacia las cámaras y celulares que los filmaban. 
Flashé un montón con los perros callejeros que acompañaban a los zombies justo como nosotros, caminando al costado, parando, avanzando viendo los distintos lugares de la horda. Hubiera estado bueno saber qué pensarían, sobre todo ese perro negro al que uno de los zombies abrazó y fingió morder mientras todos miraban enternecidos, no puedo dejar de pensar que loco si el perro lo mordía, cómo hubieran reaccionado...

Buscaban hacerla bien, sin complicaciones y sin molestar a nadie y, salvo por un par de conductores enfermos de cronofagia, no molestaron a nadie; y salvo un par de cosas respecto a la parte del cruzado de calles y esas yerbas, los zombies fueron un buen rebaño y nadie hizo nada que avergonzara al resto de la horda ni a los que acompañaban su marcha.

Me gusta que se hagan estas cosas, es ver un despertar pequeño en esta sociedad hipócrita que es la mendocina. Me gusta que la gente salga a la calle, que se muestre, que otra gente se acerque, vea; me gusta el intercambio de verdades que se da en el camino, es un pequeño avance, o uno enorme, el tiempo lo calificará...

Qué me quedó

La charla del final fue muy esclarecedora en muchos aspectos y confusa en otros.
Como dije, no soy muy amigo del lucro y menos en estos contextos.
Y en ese aspecto me quedé pensando.
Hasta qué punto uno puede aprovechar ese nivel de lucro para expresar mejor su idea, tiene eso sentido siquiera? Es que aparecieron las palabras sponsor y merchandising y me quedé helado, de repente no entendí cómo me lo decían tan frescamente. En ese momento pensé que había sido una buena idea no ir de zombie, que efectivamente ese grupo no me representaba en absoluto, ni el grupo ni el móvil de los organizadores. Pero también que estaba bueno que se hagan y que si el móvil de quienes organizan es ese, entonces es como un arma de doble filo. Digo, a vos te conviene que yo marche, ganás plata de esto. Pero a mi me gusta marchar, entonces lo hago, y vos que lo organizás ganás plata. Al menos es mejor que ser convencido de una cosa para al final enterarse de que la larguísima cola no era la del baño.
Pero hasta dónde está bueno el comercio de intereses? Sobre todo cuando hay guita en el medio.

En definitiva, no vi nada que me generara nada. Así y todo me gusta que se haga.
(aunque si fue rentable para la organización, entonces es probable el año que viene se haga de nuevo y pueda ver zombies de Ratzinger o Perón... si a los sponsor no les molesta, no?).

Cuando discutí con la organización con respecto a las caracterizaciones vedadas la discución termino cuando me encontré con el impenetrable muro del "organizá una vos". No organizo una  yo, de la misma manera que no aprende medicina todo el que se indigna por una malapraxis; pero aún así espero la marcha donde pueda haber cabida para la expresión más transgresora y personal, donde respeto signifique escuchar estando en desacuerdo y no callarse para no ofender, y cada vez que organicen una voy a estar atento y recordando las excusas de años anteriores.

Le veo un futuro con tantos negros como blancos, espero al año que viene...

sábado, 21 de agosto de 2010

Hoy, mentira.

 Dicen que vivimos en un mundo que no entendemos porque no estudiamos lo suficiente como para que podamos hacerlo, donde cuando decimos lo que nos parece nos callan y nos dan los motivos de las mentiras que vienen creyendo hace años, miles de años. Nos dicen que toda esa maraña de códigos y reglas absurdas son las que realmente valen, nos dan motivos basados en esas mismas mentiras y nosotros les creemos y en algún momento nos encontramos criticando nuestra visión basándonos en esos motivos. Te dicen que (basándome en ese código bizarro que nos dan) treinta centímetros son veinte y te dan una regla con los números pintados mal, "ves? son treinta centímetros, medilo vos"...
Ahora, digo yo, si en vez de seguir midiendo con esa regla, buscamos alguna otra? Qué pasa cuando te das cuenta de que todas las reglas están falladas, de que por algun motivo todas las demás coinciden en decir treinta? Ok, no cuadra con la regla que mido siempre, pero las demás se equivocan todas igual...

Claro, están basadas todas en la primera...
Pero la primera mentira se parece mucho a la realidad, sólo que la de hoy es más compleja y enmarañada...
Y que pasa si la realidad también está basada en esa primera mentira....
Tal vez la realidad no es más que esa mentira, pero más desarrollada....
Tal vez dentro de muchos años nuestra propia realidad parezca una mentira como aquella...

Entonces podría pensar algo distinto yo mismo y eso sería tan real como lo que veo, lo que siento. Todo es en realidad un engaño, una manipulación insensata, pues aquellos mismos que nos manipulan ignoran el hecho de que sus vacuos deseos no son más que estupideces y pequeñeces creadas por nosotros mismos.

Pararse bajo alguna bandera ahora parece una idiotez tambien, pues aquellos que están convencidos tal vez no está sino equivocados de otra manera, y entonces busco bajo sus brazos y veo que traen bostiones tambien de un engaño, que viene evolucionando (y sigue) desde hace mucho y que han sido desarrollados por muchas cabezas, que también nos llegan con mesías de esa fe, grandes matemáticos que conocían la verdad desde hace mucho, grandes descubrimientos físicos a los que se los negaba y reprimía como los animales que éramos en aquellos años y que dejamos de serlo por otra gran mentira que venía siendo perfeccionada (y sigue) desde hace mucho, que nos enseña como comportarnos, como mantener relaciones dignas de compañeros de especie que saben que mientras cooperen les irá mejor (como a la hormiga argentina, que en vez de ser territorial, coopera y sólo por esa pequeña ventaja sobre las otras hormigas ha podido conquistar el planeta...  si, sin barcos ni aviones ni trenes... y despues nos preguntamos como llegó el hombre desde África por esos años).

Que pasaría si estamos transitando un período donde esas verdades empiezan a mutar, que pasa si realmente estamos por encender fuego, que pasa si estamos por inventar la rueda, que pasa si estamos a sólo un paso de eso y vamos a ser afortunados como para verlo, para ser conscientes de cuál va a ser la nueva mentira que nos va a llenar durante miles de años y dentro de varios cientos...

Qué pasa si es el descubrimiento de una nueva capacidad de transformar nuestro entorno, sabemos que es imposible por muchísimas de esas otras mentiras, estamos seguros de que es imposible y es esa, solo esa, la única limitación.

Gracias a Nicholas Gurewitch que me recuerda a "Vándalo" de Ska-P en esta historieta.

Lean esto...


Ya está?...


Esa misma influencia (inconsciente en algunos casos (hace frío) y conscientes en otros (esa persona es buena)) en los demás es la que nos hace creer lo que se viene creyendo desde hace rato. Si a mí me ensñan mentiras disfrazadas de verdades y yo las creo fervientemente, entonces yo también las voy a enseñar. Se transforma en un círculo casi imposible de romper. Es por ese motivo que la mentira dominante es la dominante, es la que ha triunfado sobre las otras.Y ahora caigo en nuestra propia evolución en comparación con los otros animales en el planeta. Ha sido siempre la razón la que nos ha sacado adelante, por que desconfiar de ella?
Todas esas líneas de pensamiento nos son más que razones que fuimos elaborando para poder seguir delante.
Tal vez la evolución dió un paso en falso y estamos cayendo como especie, estamos caminando a la extinción justamente porque nuestra capacidad de pensar está errada, porque destruimos todo en pos de nuestra propia mentira, la más fuerte, la más poderosa, la más cruel mentira, la que muchos defenderían aunque vieran que es mentira, porque saben que pueden triunfar como individuos (que en definitiva es la única finalidad, las gacelas corren todas, no se paran a salvarse entre sí, "si somos muchos, mejor, así hay menos posibilidades de que sea yo el comido" - sabiduría ecológica).
Y resulta ser que no es un medio tan duro, es defendido por muchos, (uno puede vivir bien así) pero se asegura de que no todos lo hagan.
Que pasa si las cosas están difíciles y vos conocés la realidad, si sabés la verdad es porque analizaste a fondo la mentira y automáticamente podés manipularla... Si se pone todo muy jodido, me encargo de que esa mentira selectiva, elija a menos, la voy a hacer más difícil, que pasen menos, está muy lleno.


MI verdad, no LA, sino la mía.

domingo, 15 de agosto de 2010

Qué inteligente, la estalagmita...

Hace mucho que no subía nada, pero resulta que hoy charlando y así como quien no quiere la cosa volvió a llegarme eso de que cuando la obra funciona, funciona.
Pasa que veíamos un mural en un bar y Doménico me decía que la imagen que veíamos era de un fulano muy conocido y que le parecía admirable que hubiesen buscado a ese autor para decorar justo ese espacio... Claro que despues nos dimos cuenta de que probablemente lo que habia pasado era que habian buscado "Buda" en el google y probablemente la imagen que mas les gusto fue esa, claro, la del tipo que la tenia muy clara....
Pasa que hay veces en las que no nos damos cuenta, pero nuestro animalito nos gana y se nos escapa, pero sentimos. Creo que el verdadero arte trabaja ahí, en la sensación, en que vos te pares y mires o escuches o lo que sea, pero sientas algo. Y si, como artista, puedo elegir que sensación o sentimiento hacerte sentir, bueno, ahí ya estamos hablando de palabras mayores, sobre todo del poder que ejerzo sobre las personas, donde si se como hacerlo puedo infundir terror, amor, confianza, desamparo o un monton de otras cosas que pueden ayudar a someter a cientos de personas.
Y volviendo al tema de la obra, lo anclo con las pirámides en Egipto y en México (o Mexico, o Méjico, o Mejico, como sea) donde esta claro que nosotros vamos siempre en busca de lo mismo en función de lo que sabemos y el cielo que los inspiraba era uno solo y si eso los inspiraba, entonces aunque no se conocieran, su obra era similar, sus piramides tenian inclinaciones similares, diametros similares y estaban alineadas con las mismas estrellas...




Desde el principio:


1 - Tipo que busca sin saber, encuentra la imagen que más se acerca a lo que siente. Se ha cruzado con la imagen del tipo que más sabe.
2 - Somos animales y muchas de nuestras reacciones, por mucho que las razonemos, responden a reflejos naturales.
3 - Nuestra percepción es producto de nuestros sentidos y tambien de nuestra razon, una llama no era lo mismo para un Cromagnón que para nosotros hoy.




En definitiva, veo que asombrarme de estas cosas es como asombrarme de que la estalagmita creció justo debajo de la gotera que puede alimentarla...

viernes, 4 de junio de 2010

Cine Terrorista

Hace unos años bromeábamos con el término "cine terrorista", hacíamos las cosas "de huevo", nos metíamos donde en teoría no podíamos, sacábamos adelante proyectos que parecían cosas súper pro pero que en realidad habíamos chapuzado en dos patadas, peleando contra nuestra falta de experiencia con la espada del entusiasmo y la capacidad.
Hacer cine es caro, muy caro, pero por suerte está internet y los nuevos métodos de producción y recaudación de fondos.
Si te dijera que hay una película que se trata, en pocas palabras, de que los Nazis tienen una base en la luna y que ahora vuelven a reclamar el planeta tierra en naves espaciales, si te aclaro que es una comedia y si te digo que está hecha con la tecnología de animación digital con la que se hacen hoy todas las películas (tecnología que está al alcance de todos), ¿Te gustaría verla?
Bueno, básicamente ésa es la temática y la  forma de recaudar fondos de Iron Sky.
Parece que por fin salta a la vista que si se puede usar a las redes sociales para contar lo que almorzamos, también se pueden usar para decir "A ver, quien quiere ver esta peli?" y cuando mucha gente levanta la mano decirle al que tiene la mosca "Ves que si, ves que es viable hacerla? Ahora, si no es mucha molestia, me firmás ese cheque?"
Dejé en el blog el link para agitar pidiendo la peli, son un par de clicks que suman y de paso se ven el teaser que está bastante bueno.
Ojalá la estrenen también en este rincón olvidado al que cariñosamente llamamos Mendoza.-

lunes, 31 de mayo de 2010

Una peli para ver

Anteanoche (y de nuevo anoche) ví "Kapanga Todoterreno", la peli de la banda argentina. Como podrán imaginar luego de leer "anoche de nuevo", la peli la zarpa.
Básicamente es la historia bizarra de como se forma Kapanga. Empieza con ellos trabajando como obreros en una construcción (son los mejores obreros del planeta) bajo el yugo de su némesis, el arquitecto. Mono (vocalista de la banda) tiene una revelación y descubre que deben dedicarse a la música y el asado. Bueno, desde ahí se desprenden varias historias sacadas que te llevan por toda la peli de una forma ágil y llevadera.
Si bien el humor que manejan es bastante descolgado, mantiene una línea que hace que realmente sea impredecible en el buen sentido. Además hay varios videos musicales en el medio que ponen ese descanso para la mente que es bombardeada de situaciones descabelladas. De todas formas si no sos un fanático de Kapanga los videos son pocos y cortos y lejos de molestar, aportan a la narración.


En cuanto a las actuaciones. Están justo para lo que tenían que ser. La verdad han sabido explotar a cada uno bastante bien, Mafia la zarpa con dos papeles simultáneos, Mariano habla poco, pero suma cuando es el sosías de Linda Blair, Balde es la encarnación del hombre inexpresivo (lo cual suma, créanme, suma mucho), el Mono es el James Bond argentino con morrones granada y todo. Y Memo y Maikel mantienen una línea entre lo teatral y lo fílmico que si bien no explota, está a la par del resto. En general juegan mucho con el estereotipo de la película yanqui de fines de los ochenta, principios de los noventa y el clásico doblaje latino, con el malo y su frase "punch" ("yo no pedí ninguna pizza, jajaja!"), el gran "lo tengo" y ese tipo de cosas.


Me contengo de dar más detalles de la peli, pero cuenta con la participación de diversos personajes del medio artístico argentino, haciendo con eso un par de guiños que le suman mucho pero que no representan gran parte de lo cómico del largo. En otras palabras, ver, por ejemplo, a Pablo Lescano (Damas Gratis) haciendo de afilador es gracioso, pero aunque no ubiques a nadie de los que aparecen te vas a reir igual.


Lo único que no me gustó (y es solo un detalle) es que en un momento dado hacen mención al hecho de estar en una película, tampoco es tan grave.


Si tienen la oportunidad de verla, háganlo, dura una hora quince que se pasa bastante rápido.


Tres warpafos y medio para "Kapanga Todoterreno".

viernes, 28 de mayo de 2010

Fui a comprar puchos, pero volví

Hacía mucho que no colgaba nada y encontré esto entre unos escritos viejos. Mucho le dí vuelta y durante mucho tiempo al asunto. Pasa que como buenos cerebros de la edad de piedra que tenemos, seguimos aferrándonos a cosas intangibles para poder salir adelante. Invocamos nombres celestiales para sobrellevar momentos difíciles, para sumar valor en situaciones de riesgo o para creer que desbalanceamos las cosas en las situaciones más vanas.
He aprendido con los años a disfrutar de la comodidad del lecho de la tolerancia, a dejara a "cada loco con su tema" y a no esperar que nadie piense como yo. Pero también he aprendido a usar las convenciones generales como mero divertimento o desahogo.
Del códice de estas convenciones extraigo una variante del conocido "chau, suerte" utilizado como un desahogador eufemismo, disfrútenlo.

¿Qué te digo al decirte “Chau, suerte”?

Ignorante, infeliz, vil escoria, basura, sos un pedacito de mierda revolcada en un gran mojón, no sos más que el reflejo de otro sucio reflejo que a su vez intenta deplorablemente (y sin éxito) imitar a otro reflejo de su misma calaña.
Apurate, esquivá toda ciencia o similar, no vaya a ser que vos, o peor aún, alguien más se de cuenta de tu propia ignorancia y quedes expuesto y el espejo se rompa quedando así a la vista tu verdadero e inmundo ser, del cual te avergonzás (y con razón) constantemente.
Cuidate de escuchar a alguien con más experiencia, que en una de esas se despierta tu conciencia y te percatás de tu vana y estéril existencia, lo cual crearía en vos preguntas existenciales, que para qué te cuento...
Ojalá puedas salir adelante y jamás te descubran (ni te descubras), espero que por algún mágico motivo las cosas te salgan bien, y digo mágico porque tanto vos como yo sabemos que si es por vos, nada va a ir bien, ya que no tenés capacidad para hacer absolutamente nada por tu cuenta.
En realidad me importa un carajo de vos, pero lo disimulo bastante bien ¿verdad?.-

sábado, 3 de abril de 2010

El asesino que no vimos.

Método de dominación 100% efectivo: El Miedo
Método de reactivación económica 100% efectivo: La Salvación

El año pasado explotó la gripe A, cientos de campañas publicitarias advirtiéndonos del peligro, de la muerte casi segura que se escondía en las barandas de los colectivos, en las paredes de los lugares concurridos, en el mismo aire que respirábamos... Nada podía salvaguardarnos de su sombra, estábamos condenados a perecer a causa de un diminuto asesino que no podíamos ver, oír, oler, sentir, ni matar.
La palabra "pandemia" aparece en el ruedo y ya los más alarmistas se acordaron de nostradamus y de nuevo vino la excusa para criticar a la humanidad y sus pecados
Por suerte no todo estaba perdido y apareció un superhéroe (que casualmente estaba en peligro de extinción) el alcohol en gel. Éste era algo raro, un híbrido entre el jabón y el alcohol, no limpia, pero desinfecta, interesante...
Alivio general, caos en las góndolas.
Escalada magistral en su precio y pronto el nuevo superhéroe no daba a basto, límites en las compras, "sólo dos por persona", anunciaba un cartelito escrito con fibrón indeleble colgado de la parte inferior de las góndolas de casi todos los supermercados. Indignación, reclamos al derecho de compra, familias se dividen y compran dos cada uno, carritos con cajas y cajas de ese gel milagroso que prometía salvarlos de la nueva peste bubónica.
A esta inundación gelosa se sumaron medidas preventivas. Los teatros, los cines, los museos, todos cerrados por prevención. A los bares se les limitó la cantidad de mesas. "No deben haber aglomeraciones de gente" era la premisa principal.
Pero no todo son flores y en breve cae la nueva bomba que desanima a los seguidores del supergel: El virus es bastante más complejo y se mantiene en una especie de animación suspendida por lo que el gel no lo mata, para salvarse de la gripe no alcanza con el compuesto alcohólico.
Nuevo caos, de nuevo el miedo, la desesperanza, los estornudos apagados en el codo para no continuar esparciendo al asesino microscópico.
Centros de salud hirviendo de gente, barbijos son la solución. Explosión de barbijos, todo el mundo a usar barbijos, pero no, no alcanza, el virus pasa a través del barbijo, debe ser uno especial (que sale bastante más caro), todos ahora a conseguir el nuevo barbijo. Y seguían todos jugando al esta bizarra variación de "la búsqueda del tesoro", siguiendo atentamente las nuevas pistas, comprando el nuevo milagro. Pero no porque ahora ya no hay más barbijos y de nuevo el miedo...
Hasta que después de esperar un tiempo prudencial, aparece la mágica salvadora: la vacuna.
Todo mundo a vacunarse.
Cientos de miles de personas (por no decir millones) en el mundo entero corren a vacunarse contra esta enfermedad que ataca a la mayor parte de la población y que es mortal en la porción que (como buenos animalitos que somos) más cuidamos, los bebés.
Ahora se espera que en Octubre resurja...
Ya están diciendo que la vacuna no es buena, (seguro saldrán con otra) que en su desarrollo se incluyó un proceso de cultivo que involucra células madre similares a las que producen el cáncer y que no está claro si eso devendrá en casos de cáncer (en criollo, parece que la vacuna es cancerígena). En definitiva, la gripe A vuelve y lo que parecía una cura, mutó en otro motivo para temer.
Ahora parece que no fue una pandemia como aseguraron con las manos en la cabeza, ahora parece que de los 150 millones de muertos que previeron, apenas fueron unas decenas de miles en el mundo entero...
No sé cuánto hay de cierto en todo esto, pero lo que sí se es que somos un rebaño de ovejas que le creen al clérigo o al señor de guardapolvo que estudió mucho.
Tal vez sea hora de que pensemos dos veces, tal vez sea hora de que nos enfoquemos un poco más en las cosas que pasan alrededor nuestro en vez de agitarnos ante el primer revuelo.

"ten el tezón del clavo enmohecido,
que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo,
que amaina su plumaje al primer ruido."

Un pedacito de "più avanti" de los "Siete sonetos medicinales" de Almafuerte.

sábado, 20 de marzo de 2010

La ilusión del peso

A veces se nos escapa la realidad. A veces creemos que lo negro que está alrededor nuestro nos come, nos aplasta. A veces creemos que, en serio, somos el centro del mundo, pero no ese centro que todos admiran ,sino el centro de apoyo, ese punto en que se centra el peso del mundo entero. A veces nos creemos que la vida es oscura, que nada bueno puede salir de todo esto. A veces ese adolescente triste nos visita y nos pesa igual que cuando rondábamos esa edad de pasiones y sentimientos.
Hay días en que miramos atrás y ese pasado no nos pone felices

Pareciera que ya es muy tarde

Que el silencio de la noche lo absorbe todo, que las nubes de polvo gris secarán todo a su paso, que ya jamás una gota de luz hará brillar mis ojos, que ninguna llama arderá lo suficiente como para alejar el frío helado que dejaste, que mi existir es absurdo, que la herida de tus falacias no cerrará jamás, que la cicatriz de tus garras en mi espalda será mi marca eterna, que nadie destruirá o al menos alejará a tu fantasma, que seré espectro de carne por siempre, que el caparazón que me ahoga pesará aún más con el tiempo y jamás podré librarme de él, que la búsqueda no tiene sentido y la espera aún menos, que tu sombra me absorbe y no tengo donde ir, que el porvenir es la nada, que el presente es el vacío, que estoy sólo ahogándome en la multitud, que el pasado es un arpón en mi espalda, que el mañana es un puñal en mi plexo, que ya he caído de rodillas y nadie podrá levantarme, que solo no puedo, que alguien a mi lado me cortaría el cuello, que no queda nada ni nadie por quien luchar...

Pero es mentira.-

El sol sale todos los días, es cuestión de abrir la ventana y empaparnos de su luz, nada está perdido, queda mucho que hacer. Sólo es cuestión de levantar la vista y mirar hacia adelante...

domingo, 14 de marzo de 2010

Adaptación a la inversa

Este es un cuentito que escribí en base a un guión en el que estoy trabajando con un amigo para hacer un cortito en 3D. Espero les guste. Hay algunas sutilezas que tal vez les recuerden a otras situaciones, pero es que uno no puede evitar contagiar de lo que siente a las cosas que escribe.


El incidente de la Pico de Loro

No es que quiera simular ser más de lo que soy, pero mi presencia en esa casa era algo así como clave, casi esencial. El médico le había advertido “un pocillo de nueces cada noche” y ella le hacía caso, para eso era médico, había estudiado y sabía lo que decía. Por eso mi presencia en esa casa era clave, era la piedra angular de su existencia, vivía, casi o más o menos, gracias a mí, no es que quiera simular ser más de lo que soy, pero era así, al menos después del incidente de la pico de loro.
En realidad del incidente sé lo que me contaron, yo no vivía ahí cuando acaeció (linda palabra, ¿no? “Acaeció”) yo estaba en otra habitación, con otros compañeros, igual yo ya la conocía, habíamos compartido uno que otro trabajito juntos y sabía que, si bien no era eso lo que ella mejor hacía, al menos se le daba bien y claro, para una viejita era más fácil con ella que conmigo, aunque yo ahora soy, o era, bueno, el indicado para ello, al contrario de lo que Ofelia pensaba, era más sencillo de lo que creía, o estaba mejor dotada de lo que pensaba.
Como decía, del incidente sé poco, sé, por ejemplo, que fue de noche, ella dormía, pero Ofelia no, estaba viendo televisión, tal vez por eso no escuchó nada, o tal vez sí pero más interesante era seguir viendo lo que estaba viendo, que aunque lo veía casi todas las noches, era siempre distinto, ese aparato con esas luces, cien canales con sintonizador automático y control remoto, aunque estaba roto, pero lo había. Nunca, ni ella ni yo pudimos hacer algo para arreglarlo, era le limitante que compartíamos, Ofelia lo sabía, pero nunca dijo nada.
Yo no tenía ni idea de lo que pasaba fuera de mi lugar, creo que de alguna forma le tenía envidia, es que es como ascender en la escala social, pasar de donde veníamos a dónde acabó, aunque claro, si nos hubiéramos quedado donde pertenecíamos no hubiera pasado nada, yo tampoco estaría contando nada ni nadie lo estaría escuchando y todo hubiera seguido igual, como debe ser, sin cambios, estable.
Casi me sentí contento cuando me enteré de lo que había pasado, aunque no sabía casi nada, sabía, por ejemplo, que no sólo eran nueces, no, había varias castañas involucradas, y claro, las almendras que siempre están en todos lados, pero no mucho más, es que yo era el ideal y el hecho de tener esa oportunidad pudo más que cualquier sentimiento de solidaridad para con una ex compañera, era mi lugar desde un principio y sólo era cuestión de tiempo, pero ese tiempo pasaba y yo ya había quedado en el olvido, relegado a un segundo plano, me habían arrebatado lo que por derecho me correspondía, por eso no pude, no pude dejar de sentirme contento, aunque, claro, lamenté el hecho, pero no pudo más que mi alegría, no señor.
No voy a negar que me sentí orgulloso de ser ascendido y me imagino que también fui la envidia de más de dos, aunque, aquí entre nos, yo era el indicado desde siempre, fue un error elegirla a ella antes que a mí y hubiera sido una error elegir a cualquiera que no fuese yo, sobre todo por el hecho de que no hay limitante de tamaño conmigo, aunque el rango de ella era amplio, debo reconocer. Aún así y por más amplio que fuera, había un rango y conmigo no, creo que también por eso estaba tranquilo, supuse que era respetado, que en mi caso se iba a entender que era eso a lo que me dedicaba (entre otras muchas cosas, obvio) y no había mucho más que hacerle, conmigo no había piezas que separar, mi entereza era indiscutible e irrevocable (otra palabra linda), yo estaba a salvo.
Todos se alegraron de mi llegada, estoy seguro, aunque no lo hicieron notar, igual no esperaba más de un puñado de cubiertos con un solo y único fin. Me acomodé bien, aunque mi poder es enorme (la grandiosa física) mi volumen es menor de lo que podría esperarse (otro motivo por el cual fui el indicado desde siempre). Enseguida me parlotearon del peligro que corría, ahí me enteré de que estaban bien organizadas y de que no habían sido más que cinco, cinco y dos castañas…
Aún así me quedé tranquilo, aún así no me preocupé, eso era con ella, conmigo no, no iba a pasar, no tenía por qué.
Creo que pasaron dos o tres días, yo había estado haciendo mi trabajo muy bien, muy bien, en seguida Ofelia le agarró la mano y nos complementábamos maravillosamente, era casi mágico vernos en acción, primero la fuerza, mi fuerza, claro, un pequeño balanceo, un sutil movimiento de muñeca, el brazo y ¡bang! Luego descansaba y veía el rítmico movimiento de dedos con el que se quedaba con la recompensa, era imposible no verla y quedarse atónito (otra palabra que me gusta) el sutil temblor que la edad le había dado en las manos, la delicadeza, el cuidado con el que recuperaba hasta el último trocito perdido, enganchado bajo la dura pero lisa y brillante cáscara interior, mientras yo reposaba a un costado, orgulloso de no haber dañado nada, de haber hecho excelentemente lo que tenía que hacer, dejar el interior al descubierto sin afectarlo, sin dañarlo, no un rasguño, no un magullón, intacto.
Recuerdo que esa noche fue no muy distinta, de hecho no lo fue en absoluto, llenó su pocillo, limpió la mesa y me dejó donde siempre, hoy miro hacia atrás y creo que todos lo sabían, todos menos yo, y Ofelia, claro, ella nunca se enteró ni se va a enterar de nada. Estaba recordando lo bien que me había desenvuelto y repasaba errores, mejoraba mentalmente la técnica, cuando escuché unos ruidos. Por primera vez pensé que tal vez yo no era distinto, que tal vez no era yo, sino lo que hacía lo que me condenaba a acabar con la misma suerte que la pico de loro, por primera vez deseé haberme quedado en la caja de herramientas, no haber venido a cascar nueces, después de todo el hecho de poder hacerlo tal vez no era suficiente motivo para hacerlo, probablemente no era este mi lugar, después de todo un martillo debería clavar clavos o, a lo sumo recomponer una chapa, no romper nueces. Miré alrededor y pude leerle el pensamiento a los tenedores cuchillos y cucharas (en especial a las cucharas que no pinchan ni cortan) y ahora me doy cuenta, esa noche no dormían, estaban esperando lo que sabían venía. Fue entonces que vi luz, Ofelia había vuelto por algo, pensé, pero no, eran ellas, las nueces abrieron (Dios sabe cómo) el cajón, me levantaron y me arrojaron detrás del aparador, entre pelusas, cucarachas, un cascanueces y una pico de loro.

Este es el blog de Doménico. Acá, entre otras, cosas hay información de cómo va el cortillo.

martes, 9 de marzo de 2010

De snobs, artistas y artistas snob



Hace un tiempo estaba por el centro y se me ocurrió pasar por el MAMM (Museo de Arte Moderno de Mendoza) a ver la exposición de arte contemporáneo del ¿movimiento? C/temp. (Si bien había un cartel que lo explicaba, no me quedó muy claro) Debo admitir que bajé a ese lugar con cierto miedo y, por qué no decirlo, recelo, no soy un gran admirador del arte por el arte. Entré, ví, quise sentir (en vano salvo honrosas excepciones) y salí con una sensación de pesadez que hacía mucho no tenía, seguramente producto de mi ignorancia y mi propia ineptitud a la hora de apreciar una obra que, claramente, sobrepasa mis capacidades intelectuales, culturales y emotivas.
Asqueado me fui a una plaza y (sin ser escritor ni mucho menos) salió esto que comparto con ustedes.


Los destructores de estructuras

De Calcio se han hecho ya las sombras que cubren los ojos de los creadores de ideas. De esos que debían señalar las grietas y surcarlas. Su imperdonable e injustificable ceguera desdibujó el camino y sólo la codicia es hoy su móvil.
Soy testigo del más triste de los espectáculos, veo callar al que debería estar opacando las voces de los mentidores, veo retorcerse en su ego al que otrora creí dador de esperanzas, de fuerzas, al materializador de las ideas. Los veo agruparse con sus pares y aislados del llamado vulgo entregarse a una bacanal de elogios y pueriles adulaciones, amándose a sí mismos y entre sí.
Veo hoy a los destructores de estructuras destruyendo el puente que los unía al pueblo que ya no puede entender más nada de lo que dicen y enorgullecerse de ello. Los veo a ellos, los destructores de estructuras, luchando por ¿entrar? en el sistema que azota a todos en vez de buscar sus falencias, sus patas enclenques y señalarlas para que las poderosas manos de los más débiles destruyan ESA estructura.
Y me pregunto: ¿A quién importan ya sus pasos si caminan por un sendero que le es indiferente a quienes NECESITAN de su presencia, de sus ojos analíticos? ¿A quiénes ayudan ahora? ¿Para qué están?
Pues para deleite de quienes debieran ser sus enemigos. Para venderse al mejor postor. Para colgar sus obras en mugrosos edificios y pasearse e invitarse a pasear deglutiendo en forma de canapé y vino lo que quedaba de su entereza, lo que quedaba de su dignidad.
Asisto hoy al más repugnante de los espectáculos, a la transmutación más horrible, una que ni sus pequeños cráneos de artistas bohemios y mediocres jamás hubiesen podido concebir.
Hoy los veo convertidos en una prostituta cara que nadie quiere pagar y que, consternada, razga sus vestiduras reclamando la atención de ese mono redondo que ríe libidinosamente, pues sabe que pronto va a sodomizarla gratis y sin remordimiento.

¿Es que ya no hay nadie que piense sin el bolsillo? Simplemente no veo por qué el artista se preocupa por entrar en el sistema. Lo veo como una justificación de ese sistema, como una resignación... ¿Será verdad que todos los valientes murieron y el nuestro se ha convertido en un "país de cagones" como me dijo un taxista (gente sabia, si la hay) hace unos días?¿Será que todo está tan mal que hasta los artistas, esos bobos soñadores y defensores de utopías, han perdido la esperanza y quieren acomodarse en algún lugar antes de que ya sea tarde?
Elijo creer que no, elijo pensar que esa es gente que jamás creyó en lo que hacía, que jamás entendió el compromiso que aceptaba a la hora de pararse delante de los que escuchan sus palabras. Lo más triste es que esa gente que escucha no oye nada nuevo, ve a un puñado de ratas escapándose por los tirantes del barco antes de que se hunda.
De todas formas es una apreciación personal y puedo estar equivocado... ojalá. Ojalá no sea verdad que el arte hoy es más una justificación de snobs para mostrarse que un medio de cambio, más una máquina de producción que una faceta revolucionaria de la cultura, más una cagada que un suspiro de alivio.

viernes, 5 de marzo de 2010

De ovejas y pastores

Hace un tiempo me llegó este video al correo, primero me pareció muy loco que alguien justo lo estuviese filmando, después cuando vi que habían varias "puestas de cámara" me dí cuenta de que lo loco en realidad es la era en que vivimos, el poder que tenemos en nuestras manos y ni siquiera lo notamos, pero eso es tema para otro post.
Luego de un tiempo me dí cuenta del potencial de este video ya que tenía un análisis de Derek Sivers que me pareció muy interesante (acá el original) y decidí bajarlo (con todos los dramas que trajo) y subtitularlo para que todos pudiéramos entenderlo.
Bien, primero véanlo, dura casi tres minutos.

(mis habilidades de internauta son bastante limitadas y no pude ponerlo más grande sin que se corte la imagen, para verlo mejor, si no alcanzan a leer los subtítulos, clickeen el nombre del video, el de abajo del cuadro)


Es verdad que estamos jodidos, es verdad que hay muchas cosas que no podemos arreglar, que se nos escapan de las manos y aunque tratemos están lejos, muy lejos de nosotros. Pero también es verdad que hay muchas otras que, aunque pequeñas, mejoran la "calidad de vida", hacen que la lucha diaria sea menos pesada y a la larga nos despejan la cabeza para enfocarnos en las importantes, las que hoy no podemos cambiar pero que si despejamos el camino, mañana seguramente podremos. Es que a pesar de todo no dejamos de ser un puñado de animalitos que reaccionan en función de muchos estímulos y lo mejor de este video es que es justamente la prueba de que se puede generar, desde uno sólo, una pelota que crece sola, que gana momento y se nos escapa para comenzar con ese cambio que en el fondo (o en la superficie) todos deseamos.
Qué pasaría si cada vez que vemos a alguien reprocharle al chofer del colectivo por arrancar antes o pasar de largo alguna parada acompañáramos ese reproche en lugar de quedarnos callados y aceptar lo que sucede, si cada vez que alguien se queja en el supermercado por una promoción confusa nos uniéramos al reclamo en lugar de de apresurar al cliente porque estuvimos mucho en la cola y queremos pagar e irnos de una vez. Que pasaría si cada vez que oímos a alguien quejarse por la mala atención nos sumáramos a la queja, si cada vez que alguien grita una verdad gritáramos con él, si cuando alguien se para en seco, detiene las rotativas y señala ese camino que sabemos deberíamos seguir, lo acompañamos en lugar de continuar con lo que ya hemos visto, con lo que nos impusieron hace mucho, porque es más fácil, más seguro, menos arriesgado, menos ridículo.
Sabemos lo que está mal, sabemos como deberían ser las cosas. ¿Y si cada vez que alguien lo reclama nos unimos en el reclamo?

lunes, 1 de marzo de 2010

Irrealismo Representativo

Cómo, de qué manera mostrar la realidad ha sido la más grande preocupación… pero la pregunta es una sola, ¿Hace falta mostrarla tal cual es? ¿No basta ya con verla a diario? Es que la visión moderna de la realidad, con avances, crecimiento, progreso, mejoras, esa maldita fidelidad… ¡Pero si el ser humano no es fiel ni a sus instintos! ¿Por qué, entonces, hacer de ésa nuestra obsesión? Qué sentido esconde esa visualización exacta, determinada, casi “objetiva”, del mundo. ¿Hay en el fondo algo bueno en ello?

Miremos hacia adentro nuestro y tratemos de idear un mundo, de crear nuevas leyes físicas, tratemos de crear un nuevo cosmos dónde todo lo que deseemos sea posible, creemos un reflejo representativo y no figurativo. Mostremos la realidad, pero de una forma que no se halla visto jamás, desde un ángulo impensado, desde dónde nadie pueda situarse nunca, regalémosle eso al espectador, no a ése espectador anónimo que come pochoclo en el cine, o que se esconde en la oscuridad de una sala para poder besar a alguien ignorando el mundo que nace y muere en una hora y media, o más, o menos… Que se atragante, que el beso quede trunco. Pongámosle un nombre al espectador que hace honor a esa denominación, al tipo que exige, que demanda un cosmos nuevo en cada manifestación artística, seamos libres, libres de ataduras, libres de limitaciones, seamos dioses creadores y destructores, no seamos las ovejas que son apaleadas por salirse del camino, demos nosotros los palos a quienes se queden, y cuando digo palos, hablo de golpear con creaciones aún más desconectadas, a simple vista, de la realidad, seamos bajos, altos, anchos y angostos a la vez…

Crece ante nosotros un mundo en decadencia, un mundo que ya no es sólo lo que se ve, un mundo que significa caer y ser aplastado, un mundo que significa levantarse y ser decapitado, un mundo en el que nada es como creemos, que nuestro “arte” sea una bofetada al hombre común, que lo saque de su monotonía, que lo alce, que lo empuje a movilizarse, a cambiar lo que no debería ser, que cree pensadores, que fomente nuevas corrientes. ¡Asistimos al nacimiento de un nuevo arte, formamos parte de lo que dentro de cientos de años se estudiará como los albores del arte digital! Nuestro campo tiene menos de treinta años de historia, está en nosotros el ser precursores de algo que crece o ser culpables de la destrucción y decadencia de algo que muere. El mundo evoluciona, y lo que no lo sigue muere de la forma más horrorosa, quedando en el olvido…

Tenemos detrás nuestro un sinfín de intentos con los que nutrirnos para dar lugar a ése cambio, pero no olvidemos que son sólo eso, intentos; no son nada más que eso. Está en nosotros creer que ya está todo hecho y que no queda más nada que hacer, entregarnos a la inevitable realidad y dejar que lo que podría ser algo grande quede sólo en una forma de vender un producto o revelarnos y mostrar un mundo nuevo.

No estoy hablando de una mezcla de imágenes sinsentido, estoy hablando de imágenes elaboradas dónde no halla distracciones de ningún tipo, cuadros dónde lo que se ve es lo indispensable, un montaje que puntualice la atención en lo que HAY que ver, encuadres que hablen por sí solos, hagamos de cada segundo una palabra, de cada palabra una acción y de cada acción un cambio.

El artista es observador y cómo observador ve los remaches enclenques de la maquinaria de destrucción que crece, señalémoslos entonces, hagamos obvio lo evidente, demos ideas con historias, iluminemos las sombras de la cultura que adora la ignorancia. Estamos a tiempo de girar el gran timón que dirige el barco en el que navegamos, estamos en los albores del cambio, seamos responsables, seamos partícipes con lo nuestro o caigamos en el olvido, por cobardes…

viernes, 26 de febrero de 2010

Aprendizaje

Le picaba la cabeza, se rascó y sus uñas se encontraron con algo poco usual, no la clase de cosas que suele uno encontrarse en la cabeza, se hallaba sentado en la vereda (ahora lo recuerda) algo sonó, la contusión hacía lo que se supone que haga con la memoria a corto plazo y nada era demasiado claro, ahora en el piso... sus dedos, o mejor, las yemas de sus dedos comenzaban a reconocer la textura, apoyada un poco más atrás por el olfato, que delataba algo muy peculiar, un aroma casi inconfundible... mierda, sí, mierda de algo. Las yemas, o mejor, sus dedos se cerraron levantando una pequeña muestra de la materia de dudosa consistencia y aún más extraña procedencia para ser analizada por los ojos, quienes en este contexto vienen a ser algo así como los reconocedores por excelencia. Confirmado, era bosta. Levantó la vista para indagar en busca de los perpetradores de tal infamia. La ubicación, cómo chorreaba, si es que la consistencia viscosa no le niega la capacidad de chorrear, la forma en como se mantenía en su coronilla dejaba claro que podía venir sólo desde arriba... Y allí las vio... surcando el cielo como si nada, con la impunidad de un pájaro, como si siempre lo hubiesen hecho. Bajó la cabeza, se levantó apoyándose en su brazo izquierdo, como resignado sacudió su pantalón de sarga de toda la vida... Y allí va, don Emilio Aguirre, un anciano que confirma la frase “todos los días se aprende algo nuevo” y descarta de plano, como denotación de imposible, a la frase “el día que las vacas vuelen”.-

jueves, 25 de febrero de 2010

El Concurso

Hace un par de semanas me enteré de que había un concurso de la municipalidad de Mendoza llamado "Hablame de VIH", básicamente consistía en realizar un videominuto que tuviera como temática central el sida. Ahí fue el primer drama, una temática tan ambigua como "el sida" es bastante desconcertante al hacer un cortito de apenas un minuto. De todas maneras decidimos rápidamente centrarnos en la reacción de los amigos y cercanos al enterarse de que un ser querido contrajo la enfermedad (o el virus, en este caso era indistinto).
Después de analizar varias opciones, nos quedamos con la que se ajustaba más a todo lo requerido. La idea era simple, varias personas hablaban a cámara como si lo estuvieran haciendo con esa persona que acababa de darles la noticia, luego recapitulábamos todo y cerrábamos con el portador enfrentando a todos en un teatro y pidiendo no ser juzgado sino acompañado.
Elegimos un teatro para eliminar toda relación con un espacio conocido, la idea era tratar de relacionar a las personas que hablaban, más por su sexo y edad que por el entorno en que se encontraban, de esa forma uno podía asumir quien era el padre, la madre, la/el herman@, etc...
Además la figura de una persona en un escenario implica el Yo-Ustedes que queriendo o no se da en estos casos. Por otro lado podíamos jugar más comodamente con las luces sin necesidad de gastar un montón de guita para alquilarlas.
La fecha límite era el miércoles 24 (16hs). El teatro lo conseguimos recién para el martes 23.
Queríamos arrancar temprano con la cámara para poder tener todo listo para cuando la gente llegara (los habíamos citado a las 10 am), que por cierto ahora era ya mucha menos de la que habíamos pensado, lógico, un martes en la mañana la mayoría trabaja.
Bien, la cámara llegó casi una hora después de lo planeado y desde ahí arranco todo tarde, aún así la predisposición de Andrés (el iluminador del teatro, que hasta ahora no había dicho que era el Quintanilla) ayudó a hacer más ágil la prueba de luces y en breve ya estábamos filmando a la gente sentada en el primer asiento de la cuarta fila.
Casi no habíamos mencionado nada del tema para que la reacción de las personas fuese más espontánea, y vaya si lo fue! La gente se levantaba de esa butaca amargada, al punto que sentí más de una vez la necesidad de pedir disculpas después de agradecer sinceramente.
Llegó la hora de bajar los crudos a la máquina y ya empezaron los problemas técnicos (aunque esos se los comió todos Juan mientras yo dormía para poder editar fresco durante la noche), no se veía bien la imagen, no se capturaba el sonido, etc... Al final se pudo hacer todo y los dvds alcanzaron justo (uno se rompió en el proceso de grabación).
En el momento de editar vimos, o más bien "oímos" que el audio estaba bastante feo, sobre todo el monólogo del final (la idea central), y que además por acotadas que fueran las reacciones que pensábamos plasmar, un minuto no alcanzaba. No alcanzaba porque nos pareció que en el pedacito que recortáramos no iba a quedar plasmada la reacción real, no se iba a ver y además no decíamos nada, no alcanzábamos a demostrar lo que realmente querían decir.
Al final decidimos poner sólo la reacción, sin palabras, cuando se veía en lso ojos que estaban tomando consciencia de lo que estaban escuchando, ese segundo en que consideraron esa posibilidad.
Leandro vino a casa, grabamos nuevamente el monólogo (que volvió a ser una improvisación con algunas guías) y lo usamos de fondo para las expresiones.
Hubo gente que quedó afuera por el mero hecho de que tuvimos que elegir con mucho cuidado quien quedaba, no sólo por "como lo hicieron" sino también por el encuadre y el como terminaban de moverse dentro de él.
Terminé de editar a las 3 y media de la tarde del miércoles y Juan llegó a la mesa de entrega 4 menos diez. En ese momento eran sólo 10 cortos, incluido el nuestro.
La fantasmeada llegó hoy, cuando nos enteramos de que había otro corto más y de que el jurado aún no se reunía (no se sabe cuando lo hará)...
Aún así el balance es positivo, quedó buena onda en el teatro para volver cuando queramos y el resultado final es un cortito que no tiene nada que envidiarle a las publicidades ya hechas sobre el tema, no es la gran cosa pero muestra que con doscientos pesos y un poco (sólo un poco) de pilas se puede hacer algo mejor que el clásico: "precio, entra pollo dando vueltas, estrellita girando atrás, tacha precio, súper oferta, nuevo precio, sale pollo"

Si logro subir el video les pego el link aca.

Éxitos.-

lunes, 22 de febrero de 2010

De las cosas y el tenerlas (o no)

Este es un pequeño análisis de la historia de la humanidad desde la perspectiva de la propiedad privada. Humildemente y desde mi ignorancia trato de expresar, en su esencia, al concepto de propiedad privada y capitalismo. Pero cuando digo capitalismo me refiero a la acumulación de bienes en el sentido más basal que puedan imaginarse, algo tan sencillo como tener algo que otro no. Es casi obvio el resultado, es casi tan obvio como el hoy que nos rodea, que nos asfixia, que nos llena de sus "pequeñas COSAS" que dan sentido a la vida, esa lluvia de publicidad que lamentablemente convence a muchos. Pero no, con muchos no me refiero a ésos que no importa si son convencidos, a esos que creen que con dinero pueden tenerlo todo, a esos que tienen el dinero para gastarlo y lo gastan, lo despilfarran en una orgía de consumismo a la que se entregan orgullosos y se muestran. Con muchos me refiero a esos que no tienen el dinero para satisfacer a las publicidades, a esos que trabajan tres meses para comprarse el último celular, a esos que luchan toda una vida creyendo que el día que se compren el autito van a ser felices, esos son los que un día son sorprendidos por la muerte en un estado de vacuidad absoluta, los que ven la muerte ajena y se angustian y piensan, tanto trabajo y al final, para qué...?
Son ésos los que un día se hartan (Que se harten de una vez!), son ésos contra los que el gobierno de turno enfrenta a los otros, a los primeros, son ésos los que pelean por un trozo de carne, son esos los más, son esos los que mañana van a empujar el cambio, son esos los que ahora están dormidos, es a ésos a quienes escribo.

Génesis

Primero fue con pie pierna, después dos, después fue cuerpo con manos en brazos y cabeza que piensa, que pensó y le hicieron falta zapatos para pensar más y fue zapatos en pies de piernas con torso y brazos con mano y cabeza que piensa y después quiso pantalones y fueron pantalones y en los brazos mangas de la remera del torso y anillos en los dedos de las manos con relojes en las muñecas y después el cuello y quiso collares y un sombrero y después alguien también lo quiso y no más sombrero, ahora es de otro y no más anillos ni collares ni más nada, todo de otro, entonces rabia y entonces furia y odio y entonces quiero mis cosas pero ya no mías sino de otro y entonces no te las doy y entonces rabia y entonces impotencia y entonces llamo a otro para que me ayude pero entonces le doy una de mis cosas y me ayuda a mí y entonces mas rabia y entonces desesperanza y entonces fue mano y fue arma y otra vez son mías. Y no todos se regocijaron.


Éxitos.-

sábado, 20 de febrero de 2010

Un puñado de ratas aladas ayudan a ganar una discusión existencial

Estoy arrancando con lo más viejo, este es uno que más adelante me sirvió como prueba de que Dios no existe. Pasa que uno de los argumentos más fuertes (en contexto, obvio, por sí mismo hace agua por todos lados) que me blandían los convecedores era que la prueba de Su existencia era el mundo mismo, la perfección con que estaba acomodado debía ser prueba de la existencia de algún ser sobrenatural omnipresente y omnipotente. A tamaña insensatez (semejante a asombrarse por la inteligencia de la estalagmita que crece justo debajo de una gotera que podrá alimentarla) pude responder sólo con otra más grande, y las pruebas de que el mundo es de las palomas son las plazas, las cornisas, las sociedades protectoras de animales (humanos controlados mentalmente por las palomas), etc. Obviamente la discusión acabó ipso facto.-


EL MUNDO ES DE LAS PALOMAS

El mundo entero es de las palomas, su caótica gracia al andar refleja todo lo socialmente "útil" de la vida humana en sociedad.

Sólo hace falta ver cómo acompasan sus movimientos, esa torpeza que precede a su ruidoso vuelo. Sus cantos, esa maraña de sonidos guturales que recuerdan, más que a un ave, a una tubería trayendo agua luego de mucho tiempo.

Hoy me encuentro en una de sus capitales al resguardo del cielo abierto y es cuestión de tiempo hasta que bajen a andarla. Siento sus pequeños ojos en mí, sobre mí, las veo pasar sobrevolándome, yendo y viniendo como una jauría de lobos acechando a su presa.

Ahora se han escondido, saben que sé de ellas y no se muestran. La calma es inquietante pues las he perdido de vista pero sé que están allí, en cada cornisa, en cada rama, a mis espaldas, esperando, aletargando este momento, dándose instrucciones unas a otras, reagrupándose, aguardando la llegada del instante preciso en el que han de proceder.

Yo las he descubierto, conozco su plan, esclavos humanos asean sus capitales, yerguen altares para su deleite, limpian sus heces, las mismas que ellas riegan por todos lados sin reparo pues saben serán removidas. ¡Si hasta las alimentan y todo! Sus pequeños cerebros han ideado el más malicioso plan y ellas sólo deben disfrutar de los frutos que mis congéneres han sabido cosechar para ellas.

El mundo es de ellas, a ellas y sólo a ellas les pertenece.

Pero no siempre será así, la paz acabará pronto, la utilidad humana está decreciendo y ellas en breve reclamarán lo que es suyo... Saben que lo sé, por eso me persiguen, por eso no se muestran, escapan de mi vista... pero sé que están ahí, puedo oirlas dándose directivas, cada tanto me encuentro a alguna y la veo mirándome con uno de sus ojos, sé lo que piensa, veo su malicia en él, se queda ahí parada viéndome como amenazándome, como advirtiéndome de su advenimiento. No puedo ver su otro ojo y eso es lo peor, pues sé que con él está haciendo señas a sus pares y a la vez vigilando sus espaldas para jamás ser sorprendida. No puedo evitar quedarme inmóvil, debo retroceder de a poco y, viendo en busca de sus compañeras (en vano la mayoría de las veces) huir corriendo, pues saben lo que sé, y no les agrada. Me vigilan constantemente.

Mucho tiempo he permanecido en su capital y ya han notado mi presencia. Ahora hay una de ellas observándome en cada lugar a dónde vea y por cada una que veo hay más escondidas, desean que me vaya, que salga de sus dominios. Dos se acercan caminando hacia mí y varias pasaron volando sobre mi cabeza, las siento agolpándose hirviendo de ansiedad, mucho tiempo he guardado su secreto y es hora de silenciarme para siempre. Un aleteo despierta al resto y pronto todas están sobre mi cabeza. Siguen de largo, sólo una ha quedado frente a mí, es la más grande que jamás haya visto, de cuerpo negro y con la punta de sus alas blancas como su cabeza, me mira con sus dos ojos, como si no le preocupara su espalda. Mantiene su mirada y levanta vuelo, he tenido que esquivarla para que no me atropellara. Seguramente hubo algo más importante a último momento.

Hoy me he salvado, pero es cuestión de tiempo hasta que me acaben, pues el mundo les pertenece.


Fundamentalmente el error consiste en tratar de convencer a alguien de nuestra fe. La fe se siente no se piensa.

Éxitos

viernes, 19 de febrero de 2010

La inevitable primer entrada

Se pueden decir muchas cosas, pero lo mejor es quedarse callado. De todas formas me aborda la pesada sensación de que tengo que dar al menos algunas explicaciones, voy a reprimirla, no habrá explicaciones, descubran el blog de a poco, de la misma forma que lo voy a ir construyendo yo.

Como para que se den una idea de qué es lo que sigue:

Del Gordo Galván

Resulta que había una gente que vivía en un pueblito de no sé dónde, no viene al caso, la cuestión es que esa gente no se había dado cuente de un montón de cosas de las que acá, por ejemplo, sabíamos de hace rato. Pero ese tampoco es el caso, porque de hecho no les importaba porque eran inútiles (las cosas, digo).

En fin, y antes de que me vaya por las ramas, como suelo hacer cada vez que cuento algo, porque no muy seguido me da por contar cosas, pero cuando lo hago me empiezo a ir y a ir y tengo que empezar a gritar para que me escuchen porque me voy y me voy y a veces la gente me mira porque estoy hablando a los gritos con gente que está a media cuadra y yo caminando para atrás contando una anécdota y gritando y después , mientras sigo hablando me empiezo a ir por las ramas y termino trepado en algún árbol y sin poder bajar, pero eso no es lo peor, lo peor es mientras voy trepando al árbol, cada dos por tres tengo que estar parándome a tomar aire y entre parada y parada me olvido de lo que estaba contando y termino hablando de cualquier otra cosa que no tenía nada que ver. Al principio mis amigos me seguían, después medio que se hartaron y me dejaban hablando sólo, pero yo seguía hablando a los gritos porque no veía que ya se habían ido, pero ahora por suerte se avivaron y cuando empiezo a hablar me ponen una correa de ahorque y si me empiezo a ir me pegan un tirón y me quedo, pero por la cadena me olvido lo que iba a decir y me termino sentando, calladito la boca y rascándome la oreja derecha con el pié. Bueno, en realidad es mejor eso a cuando me daba por volarme, fue un momento de mi vida en el que todo me resbalaba (por eso no salía a la calle) me ponía la ropa y se me escurría por el suelo, no había caso y la pasé muy mal, hasta que me dí cuenta de que el aire también me resbalaba y si saltaba terminaba en el techo y una vez casi me escurro por la chimenea, suerte que no salía a la calle, porque si no...

Si, bueno, pero eso no era de lo que iba a hablar, resulta que en ese lugar (del que hablé al principio, lo que pasa es que me colgué, y cuando me cuelgo me da por hablar de mí, como en el colegio, cuando hacíamos gimnasia nos colgábamos del arco de fútbol y yo me ponía a hablar y hablar y siempre terminábamos perdiendo y un día un compañerito me quiso cortar las manos para que no me colgara más, ¡Callate! ¡No me importa! ¡Callate de una vez! Me decía a los gritos, y yo me bajé. Pobre, pero cuando me colgaba de los pies puteaba a todo el mundo, yo creo que era porque se me subía la sangre a la cabeza, no sé, pienso, ¿No?) la gente contaba la historia de un gordo, el Gordo Galván, que era tan gordo que no podía vivir en una casa de dos pisos porque podía vencer el suelo, pero para mí que era mentira, porque cuando fui al lugar este del que les digo, que no me puedo acordar el nombre, era algo con “ita” al final... o era “ura” al final, no sé, algo por el estilo, la cuestión es que la gente hace los edificios de departamentos con las puertas bien angostas, tanto que para pasar hay que ponerse de costado y un gordo así no pasa y menos de costado, para mí que me estaban gastando, yo por las dudas no compré chocolates ni nada dulce, a ver si encima termino igual de gordo, porque yo tengo tendencia a la gordura, me acuerdo que de chiquito me comía dos caramelos y me ponía redondo y no podía ni respirar, es una enfermedad y por eso no como azúcar, el médico me dijo cómo se llamaba la enfermedad que me hace engordar pero ahora no me acuerdo... algo como “sinergia”... no, bueno, eso y del gordo no supe más nada, lástima, era un buen tipo.-

Espero valga la pena la quemada de retina leyendo en el monitor, en breve subo más.

Éxitos.-